lunes, 19 de abril de 2010

"NINE"








El hombre a de gobernar el mundo en toda la historia de la humanidad. Las decisiones fuertes y revolucionarias de las naturalezas colectivas estan en sus manos y esto no en todas las ocaciones le otorga el tiempo para analizar su propia existencia. El hombre de por sí se caracteriza por poseer un perfil rudo, que inspira seguridad y fortaleza. Es esa careta la que enmascara a gran parte de los del sexo masculino, ocultando el ondeante pañuelo de sensibilidad, amor y por que no, dependencia contenida en el alma. Sin embargo, el ser tiende naturalmente hacia el bien y a su esencia y en algún momento de su ajetreada vida, lo que ayer no brilló, hoy revela toda la luz con más fuerza y pone en duda lo que hasta ahora creía poseer como su verdad. Entonces, ante este nuevo sentimiento que amanece, busca entre la multitud a quién contenga en su corazón una emoción similar que lo entienda, lo comparta y lo acompañe en las nuevas páginas que se han de escribir en los siguientes amaneceres. Ese el drama de Nine, película-musical dirigida por Rob Marshall, en la cual nos presenta al director de cine Guido Contini (inspirado en Federico Fellini), un hombre exitoso en el ámbito profesional y rico en su enfundada farándula italiana, mas cansado de aquella vida que creía ser la correcta y con una profunda crisis existencial que lo limita a desarrollar su arte con libertad, por lo que ha de refugiarse en siete mujeres de su vida, entre ellas el fantasma de su madre muerta interpretada por Sophia Loren, olvidando a quién él eligió como mujer, absorviendo todo de ella cuando es de su antojo y dejándola absolutamente vacía.

Somos testigos en el film de temas humanos tales como el egocentrísmo, el egoísmo, la pérdida de la identidad, la superficialidad, la infidelidad, el amor incondicional, la sensibilidad del ser humano y de la búsqueda de la paz interior. Acompañado de paisajes como Milán, Positano o Roma, de moda chic europea de mitad del siglo XX, Nine es una película que hace reflexionar acerca de que es lo que necesitamos realmente los seres humanos para poder vivir y alcanzar la felicidad, invita a calmar el ritmo agetreado y a observar nuestro entorno para valorar lo que tenemos a nuestro alcance y darnos cuenta que tan sólo para vivir precisamos de nuestro corazón un poco de amor.

Me parece que la película, si bien contiene un mensaje bastante significativo, carece de profundización en su desarrollo dramático, de conexión entre personajes que entran y salen y que cobran relevancia cuando nunca antes los viste. Estéticamente, siento que quisieron llevar una historia ambientada en Italia, mas no hubo la imaginación suficiente para unir las escenas de las canciones a las escenas de película, haciéndo muy notoria la ascendencia de musical de Brodway llevado a la pantalla. Por último, destaco la actuación de Daniel Day-Lewis, en la cual vi un hombre cansado y atormentado, en su forma de caminar, de ocultar la mirada bajo lentes oscuros, su obsesiva dependencia al cigarro a los consejos de su madre.

Recomiendo Nine para una buena tarde de entretención.

No hay comentarios:

Publicar un comentario